El francés se corona en Flandes tras una portentosa actuación a base de aceleraciones que le permitieron vencer en solitario y defender el maillot arcoíris.
Juanma LeivaLovaina
El Mundial de Mundiales de Flandes, la batalla por el arcoiris en la tierra de Merckx, vio cómo Julian Alaphilippe volvía a volar hasta enfundarse su segundo maillot de campeón mundial consecutivo. El francés partía como uno de los favoritos, aunque la duda estaba en cómo se podría imponer a la selección local, una Bélgica que controló la carrera hasta que se vio desarbolada por la exhibición ofensiva de 'Lou-Lou'. Porque Alaphilippe siguió la táctica de los grandes campeones. Una muy simple. Atacar y atacar hasta que nadie pudiera seguir su rueda. Su primer intento fue a 58 km de meta, aunque no fue hasta a falta de 18 cuando logró su objetivo. Portentoso triunfo ante la afición flamenca, que no pudo celebrar una alegría local. Van Baarle (Países Bajos) y Valgren (Dinamarca) completaron el podio tras derrotar al belga Stuyven en el esprint del grupo perseguidor.
En esa batalla no estuvo el máximo favorito, Van Aert, y mucho menos España, que quiso ser protagonista hasta donde pudo. Porque la mecha se encendió muy pronto. Cuando todavía faltaban 180 km para la meta. El incendio lo provocó Evenepoel, al responder una aceleración de Cosnefroy. El prodigio belga, acusado por Merckx de individualismo en los días previos, se marchaba en solitario... pero su carrera no fue merecedora de ningún reproche. Porque el joven de 21 años se dedicó a dar espectáculo y siempre con un ojo detrás, como luego demostraría, pendiente del teórico líder Van Aert. En ese primer corte también marchaba su compatriota Declercq, también nombres ilustres como Roglic o los franceses Démare y Cosnefroy... y un español, Erviti. El navarro estuvo muy activo en esos primeros conatos de batalla, pero la cosa no marchaba bien para la Selección. Adriá, y las dos grandes bazas Aranburu y Cortina, se iban al suelo por detrás.
Alaphilippe, junto a Van Baarle y Valgren en el podio de Flandes.
Cortina, al ataque
El guipuzcoano, que partía como líder, se tuvo que retirar, pero el asturiano aún intentaría ser protagonista. Y lo fue, aunque le valiera de poco (sí para ser el mejor español en meta, 23º). A 90 de meta se empezó a mover y su insistencia formó un corte más que interesante en el que se volvió a meter Evenepoel y representantes de las selecciones más fuertes como Italia (Bagioli), Países Bajos (Van Baarle), Alemania (Politt), Francia (Madouas), Eslovenia (Tratnik)... Segundos espadas en el mejor de los casos, pero con buenas perspectivas.
Sin embargo, tras unos kilómetros de buen entendimiento, ni el corte prosperó, ni tampoco Cortina, que se quedaba en las rampas de Smeysberg con todavía 68 km por delante. En la siguiente cota, el repecho adoquinado de Mosskesstraat, todo se aclaró. Alaphilippe arrancó y Van Aert respondió. También otros gallos como Van der Poel y Pidcock. Fue la aceleración que llevó a Van Aert al grupo de Evenepoel. Se acabaron las dudas de posibles conflictos en el equipo belga, porque el joven prodigio se puso inmediatamente a las órdenes de Van Aert y al frente de ese grupo que se jugaría el arcoíris.
El grupo definitivo
Lo formaban 17 hombres… y ningún español. Francia (Alaphilippe, Madouas y Sénechal), Bélgica (Evenepoel, Van Aert y Stuyven), Italia (Bagioli, Colbrelli y Nizzolo) y Países Bajos (Van der Poel y Van Baarle) sí estaban bien representados por más de un ciclista. Pidcock (Gran Bretaña), Mohoric (Eslovenia), Stybar (Chequia), Hoelgaard (Noruega), Powless (EE UU) y Valgren (Dinamarca) eran el resto de integrantes de un grupo en el que Alaphilippe no dejaba que nadie se relajara ni un segundo. Atacaba cada vez que la carretera se empinaba y provocaba un caos en el que acabó pescando su segundo arcoíris.
Porque a 18 de meta, en St. Antoniusberg, el francés al fin logró su objetivo, marcharse en solitario. Por detrás, Stuyven, Van Baarle, Valgren y Powless ejercían de perseguidores, mientras el resto se descartaban. Nadie había podido con el campeón del mundo, inalcanzable hasta la meta de Lovaina, a la que llegó arengando a las masas, como hizo en 2020 en Imola. Lo había vuelto a hacer, pero esta vez en Flandes. Un más que digno campeón del Mundial del centenario.
Multicampeones del mundo de ciclismo
TRES MUNDIALES
Ciclista/Año
Alfredo Binda (Ita)/1927, 1930, 1932
Eddy Merckx (Bel)/1967, 1971, 1974
Rik van Steenbergen (Bel)/1949, 1956, 1957
Óscar Freire/1999, 2001, 2004
Peter Sagan (Esv)/2015, 2016, 2017
DOS MUNDIALES
Georges Ronsse (Bel)/1928, 1929
Briek Schotte (Bel)/1948, 1950
Rik Van Looy (Bel)/1960, 1961
Freddy Maertens (Bel)/1976, 1981
Greg Lemond (EE UU)/1983, 1989
Gianni Bugno (Ita)/1991, 1992
Paolo Bettini (Ita)/2006, 2007
Julian Alaphilippe (Fra)/2020, 2021
Fuente:www.as.com
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