El español registró el mejor tiempo en uno de los tres tramos de máxima dificultad de la París-Roubaix. Ganna, Küng, Roosen y Van Aert lideran el resto.
As.com
@Movistar_Team
La París-Roubaix siempre deja momentos memorables. Dylan van Baarle, al ganar la carrera después de llegar fuera de control en 2021, escribió una página más de su legendaria historia. La imagen de Sonny Colbrelli en el Velódromo de Roubaix, celebrando repleto de barro, tras una carrera de condiciones climatológicas durísimas, es otra muestra de ello. No hay dos ediciones iguales y todas encuentran su hueco en el misticismo que identifica a la prueba.
Buena parte de la mencionada idiosincrasia, tan especial, procede de sus tres tramos de máxima dificultad. Cinco estrellas que exigen lo máximo a todo el pelotón. El Trouée d'Arenberg, con su icónico paisaje, a 95,3 km de meta, es el primero de ellos. Luego llega el El Mons-en-Pévèle, con tres kilómetros de adoquines, y, finalmente, el Carrefour de l'Arbre, a 17,2 km del final, caracterizado por sus temidas curvas.
En ellos, siempre resulta interesante comprobar quienes han sido los más rápidos. En esta edición, el español Iván García Cortina, del Movistar, 25º en la clasificación final, escribió su nombre en el Carrefour de l'Arbre, completándolo en 3:12 minutos, según Strava. En los otros dos tramos, Filippo Ganna (Ineos) y Stefan Küng (Groupama), por un lado, y Timo Roosen y Wout van Aert (Jumbo-Visma), por el otro, comparten honores. Los dos primeros, con un tiempo de 3:11, fueron los mejores en el Trouee d'Arenberg; los segundos, en el Mons-en-Pévèle (4:41).
Fuente:www.as.com
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@Movistar_TeamLa París-Roubaix siempre deja momentos memorables. Dylan van Baarle, al ganar la carrera después de llegar fuera de control en 2021, escribió una página más de su legendaria historia. La imagen de Sonny Colbrelli en el Velódromo de Roubaix, celebrando repleto de barro, tras una carrera de condiciones climatológicas durísimas, es otra muestra de ello. No hay dos ediciones iguales y todas encuentran su hueco en el misticismo que identifica a la prueba.
Buena parte de la mencionada idiosincrasia, tan especial, procede de sus tres tramos de máxima dificultad. Cinco estrellas que exigen lo máximo a todo el pelotón. El Trouée d'Arenberg, con su icónico paisaje, a 95,3 km de meta, es el primero de ellos. Luego llega el El Mons-en-Pévèle, con tres kilómetros de adoquines, y, finalmente, el Carrefour de l'Arbre, a 17,2 km del final, caracterizado por sus temidas curvas.
En ellos, siempre resulta interesante comprobar quienes han sido los más rápidos. En esta edición, el español Iván García Cortina, del Movistar, 25º en la clasificación final, escribió su nombre en el Carrefour de l'Arbre, completándolo en 3:12 minutos, según Strava. En los otros dos tramos, Filippo Ganna (Ineos) y Stefan Küng (Groupama), por un lado, y Timo Roosen y Wout van Aert (Jumbo-Visma), por el otro, comparten honores. Los dos primeros, con un tiempo de 3:11, fueron los mejores en el Trouee d'Arenberg; los segundos, en el Mons-en-Pévèle (4:41).
Fuente:www.as.com
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