Johan Bruyneel, director deportivo del US Postal durante la época de Armstrong, no dejó títere con cabeza a la hora de hablar del caso del norteamericano.
STRINGER/AUSTRALIA REUTERS
La leyenda de Lance Armstrong se cayó cuando el norteamericano fue desposeído de sus siete victorias en el Tour de Francia. El exciclista admitió haber usado EPO, testosterona y transfusiones de sangre para mejorar el rendimiento durante su carrera de ciclismo. Uno de los efectos colaterales llegó hasta Johan Bruyneel, director deportivo del US Postal en el que triunfó Armstrong, y que también fue sancionado de por vida por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) por las prácticas dopantes en el equipo.
Ahora, Bruyneel ha vuelto a saltar al primer plano mediático por unas atrevidas declaraciones. El belga, en una entrevista con Eurosport, quiso dejar claro que Armstrong era el más fuerte de su época. "Con o sin dopaje, en toda la historia del ciclismo, cada gran campeón fue siempre el mejor de su generación. Y Lance no fue una excepción a esa regla", comentó el antiguo director del estadounidense, al que considera maltratado. "El personaje de Lance fue asesinado. Esta demonización colectiva es fácil de hacer, pero imposible de deshacer. Es difícil de aceptar, especialmente porque hubo mucha hipocresía", continuó Bruyneel.
Johan Bruyneel charla con Lance Armstrong durante el Tour de Francia de 2005.
El belga quiso ir más allá, y afirmó que las prácticas dopantes del de Texas no eran nada nuevo en el ciclismo. "Lance no se dopó más que los demás. Incluso me atrevería a decir que hizo menos, especialmente en comparación con los ciclistas que fueron atrapados en Operación Puerto con el Dr. Fuentes, ciclistas como Mayo, Basso, Ullrich, Hamilton, que eran los principales rivales de Armstrong. Él fue el mejor de su generación", dijo Bruyneel, que tampoco está de acuerdo con la sentencia contra ellos. "El problema es que la USADA afirmó que este era el sistema de dopaje más grande en la historia del deporte. ¡Decir eso es una mierda total! Hemos visto cosas mucho peores, en Rusia o Alemania Oriental", prosiguió.
Tenía la escopeta cargada el belga, y hubo disparos para todo el mundo. Una bala fue para el director del Tour de Francia, Christian Prudhomme, y el presidente de la UCI, David Lappartient, a los que consideró "los dos grandes obstáculos" para su "rehabilitación" y la de Armstrong. "Ambos dicen que no quieren escuchar el nombre de Armstrong. Es un poco hipócrita de todos modos: por otro lado, no dudan en tomarse selfies con los demás... Pero todo es político", manifestó Bruyneel, que lamenta el trato que ahora recibe. "Nos han manchado hasta el punto en que nos hemos convertido, en todas partes, en persona non grata", sentenció.
Fuente:www.as.com
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