El ciclista, que actualmente estaba cumpliendo una sanción de doce años, ha sido castigado para siempre por las autoridades antidopaje italianas.
THIERRY ROGE REUTERS
El exciclista italiano Riccardo Riccò ha sido sancionado de por vida por la Agencia Italiana Antidopaje (NADO) por "comercio ilícito de sustancias y/o métodos prohibidos" entre 2015 y 2017. Es el tercer castigo que recibe Riccò, que actualmente cumple una sanción de doce años, impuesta en 2012 por una autotrans-fusión.
El motivo exacto de esta última sanción se remonta a 2015, cuando Riccò fue acusado de intentar comprar EPO y testosterona tras ser sorprendido en el acto por la policía italiana con dos traficantes en un aparcamiento de Livorno. Pese a ya no contar con una licencia para correr, la NADO prohíbe que la vuelva a tener nunca, y además deberá pagar una multa de 4.000 euros, más 378 en costas.
Riccò tuvo su momento de gloria en 2008, cuando fue segundo en el Giro de Italia, con dos victorias de etapa incluidas y la clasificación al mejor joven. Poco después, cuando marchaba en noveno lugar en el Tour de Francia y había sumado otros dos triunfos, un positivo por EPO apartó al italiano y al Saunier Duval, su equipo el cual perdió el patrocinio, de la carrera francesa.
Tras cumplir con una sanción de dos años, volvió en 2010, pero un año después su carrera terminó. Cuando militaba en el Vacansoleil, el italiano fue trasladado de urgencia al hospital después de supuestamente realizar una autotransfusión que casi acaba con su vida. Esto provocó una nueva sanción de doce años para Riccò, que siguió montando en bicicleta de una forma menos profesional e, incluso, abrió una heladería en Tenerife, aunque ahora continúa con el negocio en Italia.
Fuente:www.as.com
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