Philippa York: La respuesta del CEO de USA Cycling a las leyes anti-transgénero de Arkansas es inaceptable

Por Philippa York

"Sólo porque crees que no estás afectado no hace que algo esté bien"

Philippa York (Crédito de la imagen: Philippa York)

"Sería diferente si nuestros atletas se vieran afectados, pero no creemos que lo sean. Hay una pregunta en torno a los atletas colegiados si están compitiendo por su escuela".

Cada vez que veo declaraciones como las anteriores del CEO de USA Cycling, Rob DeMartini, inmediatamente pienso en la prosa confesional de la posguerra de Martin Niemoller y aunque el contexto aquí no es el mismo, el sentimiento básico es, y eso es de que la gente sea clasificada como otra. Sólo porque crees que no estás afectado no hace que algo esté bien, y que esta sea la posición tomada por la persona superior de una organización ciclista importante es inaceptable. Es por eso que demasiadas personas LGBTQ sienten que el deporte no es para ellos.

Aún más preocupante es el hecho de que USA Cycling está entre los órganos de gobierno más modernos de pensamiento y actuación, así que hubiera esperado una respuesta reflexiva y una medida positiva para demostrar que todos son bienvenidos. Definitivamente no es un comentario que haya visto a DeMartini tener que defenderse por lo que describe como una declaración mal redactada.

Bueno, la respuesta a eso es: piensa en lo que estás diciendo y en cómo va a ser interpretado por aquellos que están potencialmente afectados por las leyes anti-LGBTQ de Arkansas.

Una visita rápida a Wikipedia muestra que las leyes de derechos humanos de este estado son bastante pobres y plantea una serie de problemas que no sólo van a afectar a la OZ Trails Pro Cup p/b Experience Fayetteville, sino a eventos futuros que también están bajo los auspicios de la UCI. Están celebrando una ronda de la Copa del Mundo ciclo-cross a finales de este año y luego el Campeonato Mundial de Ciclo-Cross UCI 2022 unos meses más tarde, que extiende el alcance de la discriminación potencial a un público mucho más grande.

Cosas como el hecho de que Arkansas no tiene una ley de delitos de odio basada en la sexualidad o la expresión de género, que los médicos pueden citar sus creencias religiosas para negar el tratamiento a los pacientes LGBTQ, que no hay protección contra la discriminación para la provisión de bienes y servicios o vivienda, que la defensa del pánico gay está bien, y que no hay educación LGBT obligatoria. El tema actual de prohibir a las niñas trans de cualquier deporte porque pueden tener una ventaja hormonal va junto con la prohibición de los bloqueadores de la pubertad y la terapia hormonal que impediría que eso suceda.

Fayetteville está, por supuesto, atrapado entre una roca y un lugar difícil en todo esto porque aunque aseguran que no habrá ningún problema o discriminación en su localidad, no se puede decir lo mismo de todas partes. Incluso ha habido un desafío legal del estado a su prohibición de las diversas discriminaciones que esperaban poner en marcha como condado.

Lo único bueno que viene con esta historia es la reacción de los negocios e informó a la gente que la celebración de un evento deportivo bajo leyes que excluyen activamente a sectores de la población de ser parte de ese evento es inherentemente incorrecta.

Puede que no haya educación LGBT obligatoria en Arkansas, pero eso no ha impedido que la gente reconozca que la igualdad de oportunidades es para todos, independientemente de las diferencias individuales. Se había hecho mucho para atraer a más gente al ciclismo, de atraer a más jóvenes a involucrarse en todos los aspectos del deporte, desde profesionales hasta aficionados y aliados. Esencialmente los jóvenes que están en las escuelas y colegios hoy pueden ser los campeones y líderes del mañana a los que todo el mundo puede mirar hacia arriba.

Afortunadamente, los sistemas educativos modernos y las plataformas de redes sociales les permiten estar mejor informados y tener opiniones más inclusivas de las que han existido anteriormente. Esperan y exigen que todos tengan las mismas oportunidades y no tienen miedo de decir lo que piensan y tomar medidas si ven que las injusticias no se tratan.

Depende de los administradores y organizaciones deportivas cumplir con esas expectativas en la forma en que reaccionan a situaciones como la actual, establecer políticas y planificar cómo lidiar con problemas similares en el futuro. Nadie está exento, ni el COI, ni la UCI ni las ONG individuales [órganos nacionales de gobierno -ed]. La elección del lugar va a ser cada vez más escrutada sobre la base de si todos los presentes son tratados con respeto y dignidad, y si no lo son, entonces decir o no hacer nada ya no es aceptable.

Fuente:www.cyclingnews.com